Cuatro clases de santificacion
Es un error frecuente pensar que santificar significa hacer masa Perfecto. Eso no puede ser cierto por Jesús se santificó a sí mismo:
Ø (Jn.17:19) “Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.”
Y que debemos santificarlo en nuestro corazón:
Ø (1Ped.3:15) “ sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
Pero El no podía hacerse más Perfecto de lo que es, y desde luego nosotros no podemos añadir a su perfección. Pero El podía apartarse y se apartó para la obra a la que el Padr lo había llamado, y nosotros podemos ponerlo a El en nuestra vida como Señor y Soberano.
En la Biblia, la santificación o santidad se emplea en personas y cosas.
Ø (Lv.11:44-45) “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.”
Ø (Jn.10:36) “36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?”
Ø (1Cor.6:19) “ ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
El Monte Sinaí fue santificado en el sentido de que fue separado como el lugar donde fue dada la ley:
Ø (Ex.19:23) “Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.”
En el Antiguo Testamento Dios santificó el séptimo día, fue. Separado como un día de reposo del trabajo:
Ø (Gn.2:3) “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”
El primogénito de los hombres y de los animales era santificado (dedicado) al Señor:
Ø (Ex.13:12) “dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová.”
Él tabernáculo y todo su mobiliario eran santificados , es decir, apartados para el servicio divino:
Ø (Ex.40:9) “ Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.”
El pueblo de Israel se santificaba para hacer iniquidad:
Ø (Isaías 66:17) “Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová”
Hay un sentido en el que incluso los incrédulos pueden ser santificados.
Ø (1Cor.7:14) “El marido incrédulo es santificado por la mujer “
Esto no significa que su salvacion quede asegurada. Lo que significa es que entra en una posición de privilegio externo porque tiene una esposa cristiana. La influencia de un cónyuge creyente y piadoso es un gran beneficio.
De ahí queda claro que la palabra “apartar” o “separar” cubre todos los usos de la santificación.
Ahora volvamos a los cuatro aspectos de la salvación que encontramos en el Nuevo Testamento, son conocidos como:
1) La santificación anterior a la conversión
2) La santificación posiciónal
3) La santificación practica o progresiva
4) La santificación perfecta
La santificación anterior a la conversión:
Todos los creyentes fueron santificados por el Espíritu Santo antes de ser salvos. Pablo describió tres pasos en la salvación de los Tesalonisenses:
Ø (2Tes.2:13) “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”
Su elección por Dios.
Su santificación por el Espíritu
Su fe en verdad.
Pedro da una lista similar
Ø (1Pedro 1:2) “ elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”
Elegidos por Dios.
Santificados por el Espiritu.
Obediencia a Jesúcristo.
Rociamiento con su sangre.
En ambos casos, la santificación viene antes de la conversión. El Espíritu Santo separa a la persona para que pertenezca a Cristo. Entonces la persona obedece a la verdad, y se acredita a su cuenta el valor de la sangre rociada de Cristo.
La santificación posicional:
En el momento en que alguien es salvo, es santificado posicionalmente, es decir, Dios lo ve en Cristo, separado del mundo para el.
Ø (1 Cor.1:2) “ a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
En un sentido muy real, Cristo es su santificación
Ø (1 Cor.1:30) “ Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”
Cada verdadero creyente es un santo, ha sido separado para Dios. Un niño dijo que un santo es un Cristiano muerto. Al contrario, cada verdadero cristiano, vivo o muerto, es un santo. Pero tal vez a la misma vez sea carnal:
Ø (1Cor.1:1-2) “2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Ø (1Cor.3:1-3) “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales…”
Puede estar posicionalmente santificado, sin ser santo en su conducta. Las personas santificadas son más adelante exhortadas a ser santas:
Ø (1Ped1:2) “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
Ø (1 Ped. 1:15-16) “15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
En Hechos 20:32, la expresión “todos los santificados”, significa todos los creyentes.
En Hechos 26:18 el Señor describe a su pueblo como “ los santificados” y los que adquieren tal condición, dice El, la adquieren “por la Fe que es en mi”. Los Corintios se describen como habiendo sido “lavados… santificados… justificados” (1Cor.6:11). Estos pasajes se refieren, todos ellos, a la santificación posicional.
La santificación practica o progresiva:
Se refiere a lo que deberíamos ser en nuestra vida diaria. Deberíamos llevar vidas de separación para Dios, apartados del pecado y del mal. Siempre que se nos exhorta a ser santos, ello tiene que ver con la santificación practica. Es a este aspecto de la santidad al que generalmente nos referimos:
Ø (Jn. 17:17) “ Santificalos en tu verdad, tu palabra es verdad.”
Ø ( 2Cor,7:1) “limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
Ø (1Ped1:15) como aquel que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.”
Si vamos a ser puestos aparte, es inevitable que seamos diferentes de los conversos en medio de los que vivimos. A veces, esta es una verdad difícil de asimilar. No queremos ser diferentes, queremos ser como el rebaño. Queremos confundirnos con nuestro medio, pero Dios quiere que seamos diferentes.
Cuando Dios llamas a Israel quería que fuesen, como dijo BALAAM, “ un pueblo que habitará solo y entre las demás naciones no será contado” (Nm.23:9)
El Señor les enseñó de muchas maneras la verdad de la separación. No debían sembrar sus tierras con mezcla de semillas (Lv.19:19).
No debían llevar vestidos hechos de mezcla de lana y lino (Lv.19:19).
No debían arar con un buey y un asno un Dios juntos( Deut.22:10).
Pero Israel no deseaba ser diferente. Pronto el pueblo estaba clamando para tener un rey “como todas las naciones” (1Sam.8:5;20).
La santificación perfecta:
Eso es algo todavía futuro para el creyente. Cuando vea la cara al Salvador, será para siempre separado de todo pecado y contaminación
Ø (1Jn.3:2) “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”.
Será moralmente como el Señor Jesus, perfectamente santificado.
Acerca de ello leemos
Ø (Colosenses 1:22) “en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos Santos y sin mancha e irreprensibles delante de El.”
Ø (Judas 24) “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”
Estos pues, son los cuatro aspectos de la salvación.
Lo que sucedió antes de la conversión
Lo que sucedió al momento de la conversión
Lo que está sucediendo día a día
Lo que sucedera cuando veamos al Señor
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